Una de las principales lecciones de la pandemia de COVID-19 es que debemos invertir en datos y sistemas de información sanitaria, entendidos como parte de nuestra capacidad general de salud pública, antes de que surja una crisis. Para salir fortalecidos de la crisis actual debemos ser capaces de supervisar los progresos mediante datos instantáneos, fiables y útiles para la adopción de medidas.
Contar con unos sistemas sólidos de datos sanitarios es condición indispensable para mejorar los resultados de salud de la población y alcanzar las metas sanitarias de los ODS. La OMS se ha comprometido a colaborar con la comunidad internacional para apoyar estos sistemas esenciales con miras a que todos los países puedan disponer de datos fiables, oportunos y accesibles. Los sistemas de información sanitaria sólidos son uno de los pilares fundamentales de nuestra misión de promover la salud, preservar la seguridad mundial y servir a las poblaciones vulnerables.
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